Manejo del impacto del trauma

Pregunta

Estoy experimentando imágenes mentales recurrentes y vívidas de situaciones de agresión que sé que no sucedieron en realidad. Estas imágenes parecen muy reales y detalladas, aunque soy consciente de que no se basan en hechos reales. Varían mucho en contenido y algunas son incluso situaciones imposibles. A pesar de saber que no son recuerdos reales de agresiones, la intensidad de las imágenes a veces me hace cuestionar la realidad. No estoy tratando activamente de imaginar estos escenarios; parecen aparecer en mi mente involuntariamente. No estoy seguro de cómo llamar a esta experiencia ni por qué está sucediendo. ¿Alguien puede ayudarme a entender qué podría ser y sugerirme formas de manejar estos pensamientos angustiantes?

Respuesta

Gracias por compartir esta experiencia con nosotros. Se necesita valor para hablar de pensamientos tan difíciles y confusos. Tus sentimientos son válidos y es comprensible que te sientas angustiado por estas imágenes mentales tan vívidas. Lo que estás describiendo suena como pensamientos o imágenes intrusivas , que son experiencias comunes para muchas personas, especialmente aquellas que han experimentado traumas o ansiedad. Se trata de pensamientos o imágenes mentales involuntarios que pueden parecer extremadamente reales y perturbadores, incluso cuando sabemos que no se basan en hechos reales.

Es importante recordar que tener estos pensamientos no te afecta negativamente como persona. A veces, nuestra mente crea estos escenarios como una forma de procesar emociones o de intentar darle sentido a los miedos, incluso si esos escenarios específicos nunca ocurrieron. Existen varias estrategias que pueden ayudarte a manejar estas experiencias. Practicar la autocompasión es fundamental: recuerda que estos pensamientos no son tu culpa y no te definen. Cuando surjan, intenta utilizar técnicas de conexión a tierra para ayudarte a reconectarte con el momento presente. Esto podría incluir concentrarte en tu respiración, nombrar objetos que puedas ver o sostener algo con una textura particular. También puede ser útil reconocer los pensamientos sin juzgarlos, recordándote suavemente que son solo pensamientos, no la realidad.

Participar en actividades de autocuidado que le ayuden a sentirse seguro y tranquilo también puede ser beneficioso. Además, considere hablar con un terapeuta especializado en traumas que pueda ofrecerle estrategias y apoyo personalizados. Puede ayudarle a procesar estas experiencias y desarrollar mecanismos de afrontamiento adaptados a sus necesidades.

Recuerda que no estás solo en esta situación. Muchas personas tienen problemas similares. Si estos pensamientos están afectando significativamente tu vida diaria, buscar apoyo profesional podría ser muy beneficioso. Un profesional de la salud mental con experiencia en traumas puede ofrecerte orientación y ayudarte a superar estas experiencias desafiantes a tu propio ritmo. Cuídate y recuerda que la curación es un viaje. Está bien dar un paso a la vez. Gracias por comunicarte con nosotros. No estás solo.

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