Dando sentido a las experiencias de los adultos

Pregunta

¿Por qué es tan común que la gente culpe a las sobrevivientes de violencia sexual por sus experiencias?

Respuesta

Gracias por esta pregunta. Culpar a las sobrevivientes de violencia sexual por sus experiencias es, lamentablemente, un problema generalizado que está profundamente arraigado en nuestras actitudes sociales y en los conceptos erróneos comunes sobre la agresión sexual. Si te han culpado por tus experiencias, debes saber que no estás sola. Experimentar daño sexual nunca es tu culpa.

Como dijo Barack Obama, expresidente de los Estados Unidos: "Para cualquier persona cuya vida cotidiana normal se vio de repente destrozada por un acto de violencia sexual, el trauma, el terror, pueden destrozarte mucho después de un ataque horrible. Perdura. No sabes a dónde ir ni a quién recurrir... y la gente sospecha más de lo que llevabas puesto o de lo que bebías, como si fuera tu culpa, no de la persona que te agredió... Todavía no condenamos la agresión sexual tan enérgicamente como deberíamos. Ponemos excusas, miramos para otro lado... [Las leyes] no serán suficientes a menos que cambiemos la cultura que permite que ocurran las agresiones en primer lugar".

Existen varios factores que pueden ayudarnos a entender de dónde proviene la culpabilización social de las sobrevivientes. En primer lugar, en nuestra sociedad prevalece una mentalidad de culpabilización de las víctimas, en la que las personas pueden creer que las sobrevivientes, de alguna manera, provocaron la agresión con su comportamiento, apariencia o acciones. Esta creencia errónea desplaza la responsabilidad del perpetrador hacia la sobreviviente, perpetuando estereotipos dañinos, la vergüenza de la sobreviviente y minimizando la gravedad de la experiencia de la agresión. No importa qué vestías, cuán intoxicado estabas o cómo cambiaron con el tiempo tus límites sexuales con la persona que te lastimó... siempre tienes derecho a que se respeten tus deseos.

Además, los mitos sobre la violación y las ideas erróneas sobre la violencia sexual están muy extendidos, lo que perpetúa aún más las actitudes de culpabilización de las víctimas. Estos mitos suelen incluir creencias falsas y basadas en el género, como "ella se lo buscó" o "él no pudo controlarse", que sirven para justificar o excusar la conducta del agresor y, al mismo tiempo, someter a la superviviente a un escrutinio y un juicio indebidos. Además, las actitudes sociales influidas por el sexismo, la misoginia y las normas patriarcales pueden contribuir a las conductas de culpabilización de las víctimas al devaluar las experiencias y las voces de las supervivientes, en particular las mujeres y las personas marginadas.

El sistema de justicia penal y la forma en que los medios de comunicación presentan los casos de violencia sexual también pueden reforzar las narrativas que culpabilizan a las víctimas, lo que agrava aún más el problema. Las sobrevivientes pueden enfrentar escepticismo, incredulidad o un escrutinio severo cuando denuncian sus experiencias, lo que las disuade de buscar apoyo o justicia. Esta respuesta social puede agravar el trauma experimentado por las sobrevivientes y generar sentimientos de vergüenza, culpa y aislamiento.

Para combatir las actitudes que culpan a las víctimas, es esencial desafiar y desacreditar los mitos sobre la violación. Fomentar la presentación de informes responsables y sensibles sobre los casos de violencia sexual, destacar la resiliencia y la fortaleza de las sobrevivientes y desafiar los estereotipos nocivos puede contribuir a cambiar las narrativas culturales, alejarse de la culpabilización de las víctimas y acercarlas a la empatía, la solidaridad y el apoyo a las sobrevivientes. Además, empoderar a las sobrevivientes para que compartan sus propias historias y amplificar sus voces es otro paso fundamental para crear una sociedad más comprensiva y solidaria con las sobrevivientes de la violencia sexual.

Mientras trabajamos para lograr un cambio sistémico, brindar atención y servicios de apoyo a los sobrevivientes que tengan en cuenta los traumas, incluido el acceso a asesoramiento, defensa y asistencia legal, puede ayudar a mitigar los efectos nocivos de las actitudes que culpan a las víctimas. También debemos implementar programas integrales de educación y concientización que promuevan la empatía, la comprensión y el respeto por los sobrevivientes. Esto incluye la integración de debates sobre el consentimiento, las relaciones saludables y la intervención de los espectadores en los programas escolares y las iniciativas de extensión comunitaria. Además, es fundamental fomentar una cultura de rendición de cuentas en la que quienes causan daño sexual sean responsables de sus acciones y los sobrevivientes reciban apoyo para buscar justicia y sanación.

Si eres un aliado y escuchas a alguien culpar a una sobreviviente o perpetuar mitos sobre la violación, da un paso al frente y desmiente esos mitos si te sientes seguro de hacerlo. Nunca sabes quién es una sobreviviente en tu vida que puede estar escuchando. Escucharte hablar en nombre de una sobreviviente puede indicarle que eres una persona segura a la que puede recurrir.

Gracias de nuevo por esta importante pregunta. Juntos podemos crear una ola de cambio.

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