Lamento mucho que hayas pasado por esto y que estés luchando con el impacto y el significado de esto. Lo que describes suena angustiante y violador, a pesar de que ambas personas involucradas eran niños.
Tienes toda la razón en que, legalmente, los niños de entre 9 y 11 años no pueden consentir de manera significativa a tener relaciones sexuales, independientemente de si hay un adulto presente o no. Los niños de esa edad no tienen la capacidad de entender o consentir la actividad sexual. Si un niño inicia conductas sexuales y el otro se siente incapaz de negarse o detener lo que está sucediendo, eso es muy preocupante. No es verdaderamente consensual, incluso si el niño no dijo abiertamente que no, ya que la presión y la dinámica de poder hacen que sea imposible para ellos elegir libremente.
Al mismo tiempo, es importante reconocer que no todas las conductas sexuales entre niños son inherentemente abusivas. Un cierto grado de curiosidad y exploración sexual entre niños de edades similares se considera normal y no necesariamente dañino, siempre que haya un acuerdo mutuo, no haya coerción y no cause angustia.
Sin embargo, cuando un niño presiona o fuerza a otro a tener relaciones sexuales, existe una diferencia significativa de edad o poder, o sucede con frecuencia o de manera compulsiva, lo que cruza la línea del abuso. Si experimentaste una actividad sexual con otro niño que te resultó abrumadora, violenta o traumática, tus sentimientos son completamente válidos. Está bien definir y etiquetar tu experiencia como abuso. Incluso si el otro niño no tenía intención de hacerte daño, si te afectó negativamente, eso importa. Nadie más puede dictar cómo te sientes sobre lo que te sucedió.
Todos los niños tienen derecho a que se respeten sus límites y a no sufrir experiencias sexuales coercitivas ni indeseadas. Es comprensible que te cueste aceptar lo que has vivido como abuso, sobre todo porque no encaja en el estereotipo de un agresor adulto. Pero, como bien sabes de primera mano, esta puede ser una experiencia abusiva con efectos nocivos duraderos. Tus sentimientos de violación son reales y válidos.
Aún hay mucho que no entendemos sobre el desarrollo y el comportamiento sexual infantil. Se necesitan más investigaciones para distinguir mejor entre la experimentación inofensiva y el abuso dañino. Pero, en general, cualquier actividad sexual que no sea deseada, coercitiva o angustiante para uno o más de los niños involucrados no está bien y puede ser significativamente dañina, independientemente de la edad.
Espero que puedas empezar a mostrar compasión hacia tu yo más joven y reconocer que no hiciste nada para merecer este daño. Puede ser de ayuda imaginar a un niño al que amas pasando por esto: ¿lo considerarías como su culpa? Mereces la misma gracia y amabilidad contigo mismo.
La recuperación de la COCSA es un proceso difícil. Lamento mucho que hayas tenido que afrontar esto sola. Espero que puedas acceder a un buen apoyo terapéutico para procesar tus experiencias, aprender a confiar en tus propios sentimientos y comenzar a recuperar tu sentido de valía y autonomía. Lo que te sucedió es importante y hay apoyo disponible.
Te deseo todo lo mejor en tu camino hacia la curación. Recuerda que no estás solo.
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