Buscando ayuda después de un trauma

Pregunta

Me tocaron sin consentimiento en mis zonas sensibles y creo que sentí excitación. Después de eso me sentí muy culpable y comencé a hacerme daño. ¿Puedes ayudarme con esto?

Respuesta

Lamento mucho saber que estás pasando por una experiencia tan difícil. Que te toquen sin tu consentimiento es una grave violación de tu cuerpo y es completamente comprensible que estés sintiendo una mezcla de emociones fuertes en este momento. Quiero recalcar que experimentar excitación física durante un contacto no consentido es una respuesta natural e involuntaria que tienen muchas personas. No significa que hayas querido que sucediera o que tengas alguna culpa. Intenta ser amable contigo mismo y trataré de ayudarte lo mejor que pueda.

Cuando alguien sufre un trauma, especialmente un trauma sexual, el cerebro y el cuerpo responden de maneras complejas que pueden resultar confusas y angustiantes. A nivel fisiológico, nuestros cuerpos tienen respuestas automáticas al tacto que funcionan independientemente de nuestros deseos o emociones conscientes. Piense en ello como si se le pusiera la piel de gallina cuando hace frío o si se le sacudieran las rodillas durante una prueba de reflejos: estas reacciones ocurren tanto si las queremos como si no. La excitación física durante un contacto no deseado entra en esta misma categoría de respuestas involuntarias. Comprender esto puede ayudar a reducir los sentimientos de culpa o vergüenza que experimentan muchos sobrevivientes.

Lamentablemente, la autolesión que estás experimentando como resultado de ello también es una respuesta común al trauma sexual, aunque es una que merece atención y cuidado. Cuando nuestros cerebros intentan procesar emociones abrumadoras después del trauma, a veces buscan formas de manejar esta angustia a través del dolor físico. Esto sucede porque el dolor físico puede interrumpir temporalmente el dolor emocional al desencadenar la liberación de endorfinas, sustancias químicas naturales en nuestro cerebro que mitigan brevemente el sufrimiento físico y emocional.

Algunos sobrevivientes describen la autolesión como una forma de sentirse más "presentes" cuando experimentan disociación (sentirse desconectados de la realidad), mientras que otros dicen que les ayuda a expresar un dolor emocional que no pueden expresar con palabras. A veces surge de sentimientos de querer castigarse a uno mismo, especialmente cuando se enfrenta a una culpa o vergüenza injustificadas después de un trauma. Comprender estas razones subyacentes es crucial porque nos ayuda a encontrar alternativas más saludables que cumplen funciones similares.

Cuando trabajamos para poner fin a las conductas autolesivas, resulta útil pensar en ello por etapas. En momentos de crisis inmediata, necesitamos alternativas que puedan proporcionar una estimulación sensorial o una liberación emocional similares sin causar daño. Algunos sobrevivientes descubren que:

  • Sostener cubitos de hielo o tomar duchas frías crea sensaciones físicas intensas que ayudan a interrumpir el dolor emocional.
  • El ejercicio intenso puede proporcionar liberación física.
  • Golpear almohadas o gritarles puede ofrecer catarsis emocional.
  • Rasgar papel o apretar pelotas antiestrés puede ayudar a canalizar sentimientos abrumadores.

Para lograr una regulación emocional más profunda, aprender técnicas de conexión a tierra puede ayudar a manejar los sentimientos abrumadores antes de que se vuelvan insoportables. El método 5-4-3-2-1 es particularmente eficaz: nombra 5 cosas que puedas ver, 4 que puedas tocar, 3 que puedas oír, 2 que puedas oler y 1 que puedas saborear. Este ejercicio ayuda a activar el sistema nervioso parasimpático, la parte que calma la respuesta del cuerpo al estrés.

También es importante desarrollar una expresión emocional saludable a través de actividades como llevar un diario, crear arte o encontrar personas seguras con las que hablar. A muchos sobrevivientes les resulta útil escribir cartas a sus emociones o crear cajas de consuelo llenas de elementos relajantes a los que pueden recurrir cuando se sienten afectados.

Comprender que los impulsos de autolesionarse suelen presentarse en oleadas puede ser una experiencia fortalecedora: si logras aguantar la ola durante 10 o 15 minutos, por lo general comenzará a disminuir. En estos momentos, es fundamental tener un plan de crisis claro, que debe incluir lo siguiente:

  • Números de líneas directas de crisis (como 800.656.HOPE para la línea directa nacional de agresión sexual)
  • Línea de texto de crisis (envíe un mensaje de texto con la palabra HOME al 741741)
  • Una lista de personas de confianza con las que puede ponerse en contacto
  • Recordatorios escritos de sus razones para querer dejar de fumar.
  • Actividades específicas que ayudan a distraerte o calmarte.

Recuerda que la recuperación no es lineal. Muchas personas experimentan reveses y eso es una parte normal del proceso de curación. Cada vez que eliges una estrategia de afrontamiento alternativa, estás construyendo nuevas vías neuronales en tu cerebro, lo que hace que sea más fácil elegir esas alternativas en el futuro.

El apoyo profesional de un terapeuta especializado en traumas puede ser invaluable en este proceso. Puede ayudarlo a comprender sus desencadenantes específicos, desarrollar estrategias de afrontamiento personalizadas y abordar el trauma subyacente de una manera segura y controlada. No tiene que atravesar esto solo, y la curación es posible con el apoyo adecuado. Gracias por confiar en nosotros. Estamos aquí para ayudarlo.

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