Puede resultar muy abrumador compartir tu historia traumática con tus padres. Es posible que sientas que debes protegerlos. Es posible que te sientas enojado con ellos por no darse cuenta de que estabas pasando por un momento difícil. Es posible que te preocupe que te juzguen o no te crean. También es posible que sientas cierto alivio o esperanza de que te comprendan o te apoyen. Sea lo que sea lo que estés sintiendo, es válido.
Lo primero que debes recordar es que tu historia es tuya y solo tuya. Tú decides si quieres contárselo a tus padres inmediatamente, mucho después o no contárselo nunca. Si te sientes preparado para contarles lo que pasó, aquí tienes algunas cosas que debes tener en cuenta.
Lo que compartas sobre tu historia depende completamente de ti. Incluso si te piden detalles, puede ser simplemente porque no saben qué decir y quieren entender. Sin embargo, el hecho de que te pregunten no significa que tengas que decir más de lo que planeaste. Un ejemplo de redacción que podrías usar podría ser “Quería contarte lo que me pasó, pero no me siento cómodo compartiendo ningún detalle en este momento”.
La forma en que elijas decírselo también depende de ti. Puede ser en persona, por teléfono o por carta. Todas las opciones tienen ventajas y desventajas, pero solo tú sabes qué es lo que te funcionará mejor. Independientemente de cómo elijas decírselo a tus padres, es buena idea establecer algunas reglas básicas primero.
Si decides contárselo en persona, el momento y el lugar son importantes. Debes asegurarte de que puedan prestarte toda su atención y tengan tiempo para procesar la situación después. Por lo tanto, si están a punto de salir corriendo, dormir o están borrachos, considera esperar a un mejor momento. Si te sientes seguro con tus padres, elige un lugar privado y tranquilo para hablar. Si temes que se enojen o se pongan violentos, un lugar público puede ser más seguro y es posible que quieras tener apoyo a mano.
Mereces sentirte escuchado y comprendido cuando cuentas tu historia. Sin embargo, no todo el mundo responde bien a las revelaciones y la conversación puede no resultar como esperas. El padre al que le cuentes puede sentir muchas emociones. Si bien esto es normal, puede desviar la conversación de ti hacia él. Puede expresar enojo, culpa, incredulidad o confusión. Si está ocupando demasiado espacio con sus emociones, redirige la conversación hacia ti y tus sentimientos.
Tus padres también pueden expresar dudas o culpar a la persona, lo que dice más de ellos que de ti. Resiste la tentación de internalizar estas respuestas. Si tus padres no te apoyan, eso no significa que los demás no lo hagan. Las investigaciones demuestran que encontrar al menos un apoyo de confianza puede ayudar mucho en el proceso de curación.
También es importante tener en cuenta que, incluso si la conversación sale bien, puede ser una experiencia emocional. Por lo tanto, es importante cuidarse después, sin importar cuál sea el resultado. Hay muchas personas que lo quieren y se preocupan por usted. No está solo. Si desea practicar la narración de su historia de trauma o sanación de forma anónima y aprender de las revelaciones de otras personas, puede practicar a través de nuestro sitio para compartir historias. Lo vemos. Lo escuchamos. Creemos en usted.
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