Buscando ayuda después de un trauma

Pregunta

Durante una experiencia que se consideraría agresión, participé voluntariamente e incluso disfruté físicamente de algunos aspectos. Sin embargo, en ese momento no tenía la edad de consentimiento. Si no lo experimenté negativamente en ese momento, ¿significa que no fue una agresión sexual?

Respuesta

Gracias por contactarnos y compartir sus sentimientos sobre esta complicada situación. Es comprensible que se sienta confundido e inseguro sobre cómo definir lo sucedido. En cuanto al consentimiento y la edad, las cosas pueden volverse bastante complejas, especialmente cuando intervienen emociones y acciones personales.

Legalmente hablando, si no tenías la edad de consentimiento, no podías dar tu consentimiento legal para ninguna actividad sexual. No se trata de si te gustó la experiencia o no, sino de que, por ley, los menores no pueden consentir actividades sexuales con adultos. Estas leyes existen porque los jóvenes aún están desarrollando su capacidad de decisión y podrían no comprender del todo las posibles consecuencias o las dinámicas de poder que implican las situaciones sexuales.

También es importante reconocer que muchas personas en situaciones similares tienen sentimientos encontrados. Es completamente normal sentir que participaste voluntariamente o incluso iniciaste algo, y aun así cuestionarte si fue apropiado o si sufriste daño. Muchos sobrevivientes que experimentaron contacto sexual siendo menores de edad tienen sentimientos complejos sobre lo sucedido, especialmente si no sintieron angustia inmediata o si experimentaron placer físico.

Que te guste o no una experiencia no cambia las leyes sobre consentimiento y edad, ni te culpa. Nuestros cuerpos pueden responder fisiológicamente al contacto sexual incluso en situaciones traumáticas; esta es una reacción biológica normal y no significa que hayas deseado o consentido lo ocurrido en sentido legal.

Tus sentimientos son válidos, y está bien haber disfrutado de aspectos de la experiencia aunque aún sientas incertidumbre al respecto. Nuestra comprensión de las experiencias traumáticas evoluciona con el tiempo. Algunos sobrevivientes solo reconocen la naturaleza dañina de lo sucedido años después, a medida que maduran y adquieren perspectiva. Otros quizás nunca se sientan dañados por experiencias que legalmente se consideran agresión; sin embargo, las leyes aún reconocen la importancia de estos límites para proteger a los jóvenes en su conjunto.

Lo más importante es reconocer cómo te sientes y comprender que no tienes la culpa. Si estás lidiando con estos sentimientos o no estás seguro de cómo procesar lo sucedido, a muchos sobrevivientes les resulta útil trabajar con terapeutas especializados en trauma que pueden brindarte apoyo sin juzgarte. Organizaciones como RAINN (1-800-656-HOPE) pueden conectarte con recursos que respetan tu perspectiva y te ayudan a comprender el contexto completo de tu experiencia.

Recuerda, no estás solo en esto. Muchas personas han pasado por situaciones similares y les ha sido útil hablar con alguien que las comprenda. Cuídate y recuerda que tus experiencias y sentimientos importan. Gracias por confiar en nosotros.

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